Daniel 2:44-45

¿Ha conocido al Mesías? ¿Sabe lo que está profetizado acerca de Él? Observe una de las benditas profecías acerca de lo que Él hará:

Daniel 2:44-45

"Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación"



Si usted comparó la traducción de RV con el arameo original en la versión interlineal habrá notado que es una traducción muy buena. No ha habido grandes diferencias ni disensiones en traducir del arameo a las versiones de cada idioma. Pero sí hay muchas interpretaciones diferentes, al igual que en el pasaje anterior, y Dios quiere que sepamos desenmascararlas para que no seamos engañados. 

Cuando comentábamos los imperios representados por la estatua que vio Nabucodonosor, en el mensaje correspondiente a Daniel 2:39-40, vimos la falsedad de dos interpretaciones erradas (la llamada "clásica" y la "Tesis Macabea") que trataban de mostrar que la profecía de Daniel se cumplía totalmente con Grecia. Una tercera y última que queremos exponer es aún más engañosa que aquellas, por cuanto identifica "casi" correctamente los imperios. 

Las dos divisiones más importantes que registra la historia de la Iglesia son conocidas como el "Gran Cisma" (en 1054 DC) que dividió la Iglesia en "católica" - con sede en Roma - y "ortodoxa" - con sede en Constantinopla (correspondiendo a la división que había tenido lugar en el Imperio Romano) y la "Reforma" (desde 1517 DC, año en que Martín Lutero clavó sus conocidas 95 tesis en la puerta de la iglesia del Palacio de Witenberg, en respuesta a la venta de indulgencias) la cual dividió a su vez la iglesia occidental en "católica" y "protestante". La falsa doctrina que aquí tratamos nació por causa de esta segunda división. 

En la actualidad prácticamente todos los países reconocen la "libertad de religión", esto es, el derecho de creer en Dios, en un "dios" o en varios "dioses", o de no creer, y de practicar el culto según la creencia de cada cual. Esta cualidad en teología se llama "libre albedrío", es parte de la libertad con que Dios dotó al ser humano, y por su causa cayeron Adán y Eva, obedeciendo a Satanás en lugar de a Dios. Pero no era así cuando nació la Reforma. Bajo la iglesia medieval no se hablaba de "libertad de religión". Algunos precursores de Martín Lutero, como Jerónimo Savonarola y Juan Huss, fueron ejecutados por predicar doctrinas diferentes, y el mismo Lutero fue perseguido, y hubiera sido ejecutado también sin la protección de Federico III de Sajonia. Aunque el Señor salvó su vida y le sostuvo para dar nacimiento a una iglesia reformada, fue excomulgado y tratado de hereje. 

La persecución del Papado hizo que tanto Lutero como otros reformadores identificararan al Papa como el "Anticristo", quien trató a los reformadores como herejes. Para combatir los efectos de la "nueva" fe y para consolidar su supremacía, la iglesia de Roma puso en marcha un movimiento conocido como la "Contrarreforma". Es en el contexto de este movimiento en que el sacerdote jesuíta Luis de Alcázar  (1554 -1613) desarrolló una interpretación llamada "preterista" - palabra que viene de "pretérito" - y que, para separar al Papa y a la iglesia de Roma de toda conexión con las profecías apocalípticas, identificaba los imperios como sigue (comparemos con las anteriores falsas doctrinas):

IMPERIOS   INT. CLÁSICA    TESIS MACABEA PRETERISMO

Plata                     Media            Media y Persia         Media y Persia

Bronce                  Persia           Grecia (Alejandro) Grecia

Hierro                   Grecia          Grecia (Diádocos)       Roma

Hierro+Barro        Diádocos     Alianzas de los        Roma (Antigua *)
                                                     diádocos

* Observe que le llamamos "Antigua" porque Roma puede referirse a la República, el Imperio, el Imperio Romano Occidental, Bizancio, el Sacro Imperio Romano Germánico u otra "Roma" que se levante de nuevo. La interpretación preterista ve en los "pies" a Roma antes del 70 DC, en los tiempos del Imperio.

La idea del "Preterismo" es que en la Roma de la Edad Antigua y con la caída de Jerusalén en el año 70 DC se cumplieron todas las profecías apocalípticas. En este año los romanos sofocaron una rebelión judía, matando más de un millón de judíos, destruyendo Jerusalén y derribando el templo. Muchos de los judíos que no murieron fueron vendidos como esclavos por todo el imperio (así comenzó la conocida "diáspora") Queremos llamar a la atención el hecho de que para esta época, una gran parte de la iglesia estaba formada por judíos (por lo que este desastre afectó a muchos cristianos también) 

Cómo fue que en el 70 DC ocurrió la "Segunda Venida del Señor", "resucitaron los muertos", "Satanás fue atado" y "llegó el Reino de Dios", es algo que los preteristas no pueden explicar de un modo creíble. Poco después de la terrible masacre, y la dispersión de los judíos, comenzaría un período de más de doscientos años de persecución de la iglesia, en el cual los emperadores romanos se propusieron exterminar el cristianismo. El preterismo en la actualidad tiene diferentes variantes, pero todas yerran en la venida del Reino *. Debiera ser evidente para todo aquel que tiene raciocinio que el "reino" que persiguió a muerte a los cristianos, los crucificó, los quemó en hogueras y los entregó a las fieras en el Coliseo, no es el "Reino de Dios".

¿De qué Reino se trata, entonces?

Si observamos la profecía de Daniel en estos versos, veremos que habla de un "reino". En el mensaje correspondiente a Daniel 2:34-35 hablábamos de este reino, que está frecuentemente profetizado en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo. Sin entrar por ahora en muchos detalles, podemos bien definirlo como un gobierno (tanto civil como religioso) que unifica a toda la humanidad y comenzará con la venida del Mesías a Jerusalén. Las profecías del AT - especialmente de Daniel e Isaías - acerca de este reino eterno que "consumirá a todos los demás" y "no será jamás destruido" son corroboradas por las de Nuestro Señor en los evangelios, y las del apóstol Juan en el libro de Apocalipsis, entre otros. 

Note especialmente que este reino lo trae el "Mesías" - léase "Nuestro Señor Jesucristo". En el capítulo siete de Daniel se profetiza especialmente acerca de este mismo hecho. Aunque claro está que trataremos también Daniel 7, si el Señor lo permite, podemos ver ahora un resumen de lo que allí se muestra acerca del Reino de Dios:

1) Daniel 7:7, 23 - Habrá un "cuarto imperio" representado por una "bestia espantosa" (evidentemente Roma)
2) Daniel 7:8, 24-25 - De este último imperio se levantará un "cuerno pequeño" (el Anticristo)
3) Daniel 7:9-10, 26 - La corte celestial juzgará a este último imperio y al Anticristo
4) Daniel 7:11-12 - El juicio de este imperio es diferente al de los demás
5) Daniel 7:13-14 - Después del juicio de este imperio y del Anticristo, se presentará el Mesías ante el Dios y Padre a recibir el reino eterno.  
6) Daniel 7:17-18, 27 - Los creyentes reinarán junto con el Mesías

¿Por qué es este "Hijo de Hombre" de Daniel 7 el Mesías, esto es, Nuestro Señor Jesucristo?

El "Mesías" - del hebreo "Mashíakh" que significa "ungido"; el griego del NT lo traduce como "Khristós" - es, según las profecías del AT, un descendiente del rey David que restauraría a Israel y establecería un reino eterno en la tierra, en el cual todos seguirían al Dios verdadero (por lo cual moraría la justicia en la tierra eternamente) Varios profetas predijeron:

1) La época de su nacimiento y su muerte (Daniel 9:25-26)
2) Su cualidad de ser divino, Hijo de Dios (Isaías 9:6)
3) El lugar donde nacería (Miqueas 5:2)
4) Que nacería de una virgen (Isaias 7:14)
5) Que ministraría al pueblo judío (Isaías 9:6,7; Miqueas 5:2)
6) Que ministraría además a los gentiles (Isaías 2:2-4; 9:6-7; Salmos 2, 72)
7) Que sufriría y que moriría por los pecadores (Salmo 22; Isaías 53)
8) Que resucitaría (Isaías 53:10-12)
9) Que habría un tiempo de opresión para Israel entre su Primera y su Segunda Venidas a esta tierra, los "tiempos de los gentiles" (Daniel 12:7; confrontar con Lucas 21:24)
10) Que volvería al fin de estos "tiempos de los gentiles" para traer el Reino de Dios (Daniel 7)

Observe en esta última profecía el reino que estará en el poder para ese tiempo ("estos reyes" = "diez reyes" en Daniel 7, Apocalipsis 17) y que este último imperio se diferencia de los demás en su caída (Daniel 7:12) Aunque es cierto que la "bestia espantosa" representa a Roma, NO ES aquella Roma de la antigüedad que cayó en 476 DC ante los "bárbaros". Si observamos la profecía de Lucas 21:24, que confirma Daniel 12:7, veremos allí que ambas determinan un cierto período. Ciertamente Nuestro Señor profetizó la toma de Jerusalén en el año 70 DC con lujo de detalles y asombrosa precisión (Lucas 21:20-24): 

"Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.  Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan".

Yo no sé a usted; a mí esto me llena de reverencia y humildad ante el poder de Dios y su conocimiento sobrenatural de lo que está por venir. Nuestro Señor Jesucristo profetizó en estos versos lo que ocurriría con el pueblo judío por casi 2000 años. La horrible matanza y la esclavitud y diáspora que sufrió Israel, la "ira que vino sobre este pueblo", ha sido pocas veces profetizada tan perfectamente. Y un detalle muy importante, que destroza toda la absurda idea preterista, está en el verso 24: "...Jerusalén será hollada por los gentiles, HASTA QUE los tiempos de los gentiles se cumplan". O sea, que cuando los "tiempos de los gentiles" se cumplan, terminen, entonces Jerusalén estará de nuevo en manos de los judíos. 

¿Qué son estos "tiempos de los gentiles"?

Definitivamente no son los "tiempos en que existen gentiles", porque los "gentiles" son todos los que no pertenecen a Israel (a los descendientes directos de Abraham, Isaac y Jacob) lo cual implica que "gentiles" hubo siempre, desde el comienzo de la humanidad y mucho antes de la caída de Jerusalén, y "gentiles" van a seguir existiendo aún cuando Jerusalén haya vuelto a manos del pueblo de Israel (esto es, deje de ser "hollada por los gentiles") ¿Serán entonces los tiempos en que los "gentiles" hacen algo en especial?

Un detalle importante se obtiene si buscamos la profecía correspondiente en Daniel 12:7:

"Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas". 

El profeta recibe una revelación acerca de la duración del "tiempo  de angustia" de Daniel 12:1 (equivalente a 3 años y medio, como veremos más adelante) y la declaración de que toda esta profecía ocurriría "cuando acabe la dispersión del poder del pueblo santo". Observe la "dispersión del poder" (de Israel) y "ser llevado cautivos a las naciones, mientras Jerusalén es hollada por los gentiles". Así como el "tiempo de angustia" de que trata esta profecía es llamado por Nuestro Señor "gran tribulación" (Mateo 24:21) la "dispersión del poder del pueblo santo" es llamada "tiempos de los gentiles". Y ambas profecías colocan la "gran tribulación" después de los "tiempos de los gentiles". 

Daniel profetizó también acerca de este período - algunos de los hechos que ocurrirían en el mismo - en Daniel 9:26-27:

"Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador"

Las "sesenta y dos semanas" son parte de un período de "69 semanas" que corresponde perfectamente con el tiempo del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo (Daniel profetizó matemáticamente cuándo nacería Él) Observe todo lo que ocurriría "después" de este período según la profecía: moriría el Mesías, "un pueblo" destruiría la ciudad y el santuario (Jerusalén, destruida por Roma y "hollada por los gentiles") y habrían devastaciones "hasta el fin de la guerra" (la caída de Jerusalén en 70 DC fue uno de entre varios episodios de las guerras judeo-romanas) Ahora bien, el "príncipe" de este "pueblo que habría de venir y destruir Jerusalén", es un gobernante de Roma (alguna de las "Romas" que conocemos o que vendrán) y se dice que "pactará" por "una semana" (un período de siete años, conocido como la "semana setenta" de Daniel) pero traicionará a Israel a la mitad de la semana ("haciendo cesar sacrificio y ofrenda", esto es, el culto judío en un templo restaurado en Jerusalén)

Daniel 9:26-27 implica que entre la "semana 69" (última antes del nacimiento del Mesías) y la "semana 70" (la de la gran tribulación, la traición del Anticristo y los juicios de Dios que aparecen en Apocalipsis) hay un período de tiempo. En este tiempo viviría el Mesías, profetizaría, moriría y resucitaría, y Roma asediaría a Jerusalén, la tomaría y destruiría y ejecutaría "devastaciones". Entonces este período es el mismo que se llama "dispersión del poder del pueblo santo" en Daniel 12 y que el Señor llamó "tiempos de los gentiles" en Mateo 24. 

Y ENTONCES, ¡es imposible definir como "pies de hierro y barro" al Imperio Romano! Roma fue "piernas de hierro" hasta su caída en 476 DC, porque aún la separación en dos con capitales en Roma y Constantinopla no fue ningún acto de guerra, sino una decisión de tipo administrativo de los emperadores. El Imperio Bizantino duró hasta 1453 DC, año en que cayó Constantinopla en manos de los turcos musulmanes. El Sacro Imperio Romano Germánico terminó con la abdicación del último emperador en 1806 DC, evitando que el título cayera en manos de Napoleón Bonaparte. No hay que investigar mucho para saber que no han ocurrido las resurrecciones en ninguna de estas fechas y que no ha regresado el Señor Jesucristo ni ha llegado el Reino Milenial. 

La "Roma" de los "pies de barro" se está formando; aún no se ha "levantado" de la "herida de muerte" que recibió en Apocalipsis 13:3. En el principio de este capítulo profético Juan vio la "cuarta bestia" de Daniel también, pero en otra dimensión y otros tiempos. La profecía de la "herida de muerte" se ha cumplido de modo parcial en 476 DC, 1453 DC y 1806 DC. Pero la última "restauración" de Roma, en que "la bestia sanó de su herida de muerte", aún está por ver. 

Volviendo a Daniel 2:44-45, el Dios del cielo no ha levantado aún el reino eterno simbolizado por la "piedra cortada, no con mano". Pero esperamos la Venida de Nuestro Señor Jesucristo, que derrotará al Anticristo y establecerá el Reino de Dios, en que se hará la voluntad de Dios "en la tierra, así como en el cielo", y en el que seremos "librados del mal" (Satanás será atado por mil años, y después, echado al Infierno. Lea Apocalipsis 20) Sólo entonces ocurrirá la resurrección (como está profetizado en Daniel 12, 1 Tesalonicenses 4 y Apocalipsis 20)

Si aún no ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, aún está a tiempo. Todo lo que tiene que hacer es doblar sus rodillas en oración a Él, confesarle sus pecados y pedirle el perdón, aceptándole como el Señor de su vida, y como su Salvador. 

Que el Señor le bendiga. En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS ¡Cristo viene pronto!

NOTA acerca del "Preterismo"

Existen "preteristas parciales" - que esperan la venida de Cristo, aunque no la reconocen en las profecías de Daniel y Apocalipsis como tales - y "preteristas totales" que creen que TODO, incluyendo la venida de Cristo y la resurrección, ya ocurrió. No sé cómo algo tan importante ocurrió y no está en los libros de historia ni se ha comentado en las noticias de TV, radio o periódicos (al menos yo no me he enterado) Alguien comentó con mucho acierto que los preteristas necesitarían un Padrenuestro diferente, "vino tu reino; se hizo tu voluntad en la tierra como en el cielo; nos has librado por siempre del mal". Algunos puntos errados:

1) Los "pies de hierro y barro" son identificados con la Roma Imperial de la antigüedad (el mensaje que precede explica por qué esto es errado)

2) Sus interpretaciones hacen gran énfasis en las palabras que usaron los profetas para fechar los acontecimientos (pronto, después de esta generación, etc.) Si leemos 2 Pedro 3:8, entenderemos que acerca de este mismo tema el apóstol trazó una diferencia entre lo que es "pronto" para nosotros y lo que es para Dios. Un acontecimiento histórico para el próximo mes ocurrirá "pronto" para nosotros, pero dentro de 30 000 años para Dios. 

3) Identifican el "Reino de Dios" como espiritual, negando en algunos casos el reino eterno. No podemos cerrar los ojos al hecho de que por muchas razones externas e internas, la iglesia nunca ha llegado a cumplir las profecías del AT acerca de este "Reino de Dios" (y no las cumplirá tampoco; varias profecías así lo proclaman). Aún más, en el "Reino de Dios" no se habla de "libertad de religión" ni "democracia", "pluralidad de religiones" o "pluripartidismo". Allí todos conocen al Dios verdadero, y el Mesías es el Rey del mundo entero. Es indiscutible que este tiempo no ha llegado.

4) Identifican a la "bestia" con el emperador Nerón, buscando un equivalente numérico de su nombre en hebreo con el número 666. Para esto hay que forzar el nombre hebreo, que realmente daría 616, y además Nerón vivió y murió antes de que Apocalipsis fuera escrito. 

5) Otros identifican a la "bestia" con Domiciano, otro emperador romano (la muerte de Nerón es la "herida"; Domiciano, la "sanidad") Pero aunque fuera terrible, la persecución de Domiciano no es comparable en cantidad ni alcance con las de los emperadores de los siglos segundo y tercero, que se proponían aniquilar el cristianismo. Por otra parte, Domiciano no es el "octavo", ni contando a partir de Augusto ni a partir de Nerón (los preteristas fuerzan los hechos históricos para acomodarlos a su interpretación) 

6) Identifican la Venida del Señor con la toma y destrucción de Jerusalén en 70 DC (el mensaje que precede explica por qué esto es errado)


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